Torrijas de vino gallegas

Torrijas de vino gallegas

Torrija caramelizada

No deje de probar las torrijas en Semana Santa. Se comen en toda España y consisten en rebanadas de pan mojadas en leche, azúcar y huevo, y fritas en aceite de oliva. Según en qué se mojen y cómo se presenten, hay otras variedades deliciosas: con vino, almíbar, miel o espolvoreadas con azúcar y canela.

Cortar una barra grande de pan para torrijas en rebanadas bastante gruesas (también se puede utilizar pan de molde especial ya preparado).Mezclar la leche y el azúcar en un recipiente hondo. Bate los huevos en un plato aparte. Pasar las rebanadas de pan por la leche azucarada y los huevos y freírlas en una sartén con aceite hirviendo hasta que se doren. Colocar las torrijas en una fuente y rociarlas con miel. También es tradicional añadir la leche azucarada a la fuente para que las torrijas se empapen de ella y queden más esponjosas.

Torrijas vs torrijas

Las torrijas, un postre tradicional español similar a las torrijas, son muy populares en Semana Santa en España. Rebanadas gruesas de pan de un día se empapan en leche azucarada y huevo, se fríen y se sirven con sirope de miel.

Tamaño de la ración 350 gr; Calorías 670; Calorías procedentes de grasas 176; Grasas totales 19,7 gr (30%); Grasas saturadas 5. 8 gr (29%); Grasas trans 0 gr; Colesterol 140 mg (47%); Sodio 665 mg (28%); Carbohidratos totales 106 gr (35%); Fibra 3 gr (11%); Azúcares 63 gr ; Proteínas 19 gr (38%); Vitamina A 9%; Vitamina C 2%; Calcio 26%; Hierro 25%.* Los porcentajes de valores diarios se basan en una dieta de 2000 calorías. Sus valores diarios pueden ser superiores o inferiores en función de sus necesidades calóricas.

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Receta de torrija de santa teresa quemada

Echo de menos el País Vasco incluso cuando estoy allí por trabajo cada pocas semanas. Han pasado casi 8 meses y tengo un serio síndrome de abstinencia por casi todo lo vasco. Hoy me he acordado de dos de las mejores cosas que han pasado por mis labios. Y lo digo en serio, porque me han provocado una sensación difícil de describir con palabras. Estos son sólo dos de los muchos platos increíbles que he probado en el País Vasco.

Dentro del Museo Guggenheim de Bilbao hay dos restaurantes. Uno es Nerua, un restaurante con estrella Michelin donde espero cenar algún día. El otro es The Bistro, que se encuentra en el nivel cercano a nuestro amigo Puppy, de Jeff Koons. Aquí sólo hay que pedir dos platos del menú. El cordero deshuesado asado y una torrija de postre. El cordero deshuesado asado es una obra maestra servida con un puré de calabaza y te darán ganas de besar al chef. Una obra de arte digna de foto.

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Ahora, la torrija. En España comemos torrijas en Semana Santa. Las encontrarás en todas las pastelerías, especialmente en Madrid. Tradicionalmente se trata de pan duro empapado en leche o vino, bañado en huevo batido, frito y espolvoreado con canela. Se podría comparar con las torrijas. Este año mi hija no pudo visitar a su Abuela en Madrid por Pascua, así que se encargó de preparar un gran plato de torrijas que tiene por costumbre consumir durante esa visita.

Postre de torrija

Cortar el pan en rebanadas de 4 cm de grosor y retirar la corteza. Calentar el agua junto con el chocolate. Cuando rompa a hervir, retirar del fuego y añadir las hojas de gelatina previamente remojadas. Colar, verter sobre el pan y dejar en remojo. La torrija se puede caramelizar de dos formas: la primera es cubriendo la parte superior con azúcar y calentando con un soplete hasta que se dore, y la segunda es haciendo un caramelo ligero en una sartén y mojando la torrija en él. En ambos casos, el caramelo no debe ser marrón oscuro.

Hervir la leche con la glucosa, la canela y las cortezas de limón y dejar infusionar. Mezclar el azúcar con el estabilizante y las yemas de huevo, y añadir esta mezcla a la leche. Calentar a 85ºC, colar y dejar enfriar. Cuando la leche esté casi fría (unos 30ºC), mezclar con las claras batidas. Pasar a la heladora.

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"El pan de Cea (Galicia, en el noroeste de España) es el pan rústico que muchos niños españoles recuerdan de su infancia. Eso me incluye a mí. Bastantes kilómetros más al este, en Cantabria, donde crecí, recibíamos pan de Cea y, cuando sobraba, se hacía torrijas, como en muchas otras partes del país. Teniendo en cuenta que el norte de España en general era una fuente tradicional de productos lácteos, estos buñuelos eran algo habitual. He actualizado esta receta tradicional endulzando el pan con chocolate blanco y acompañándolo de helado con sabor a merengue. La sopa de cacao le da un toque refrescante".

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